El sector de las energías renovables se enfrenta a un mercado asegurador cada vez más duro
El aumento del endurecimiento del mercado de seguros de energías renovables podría provocar un cambio significativo. Según Firetrace International (Firetrace), proveedor de tecnología de extinción de incendios para la industria eólica y solar mundial, es posible que en los próximos meses las aseguradoras que operan en esta línea de negocio opten por cubrir daños en los activos pero no la pérdida de beneficios como resultado de la interrupción de la actividad.
Desde su punto de vista, esto se debe a que el sector busca reequilibrar las carteras de riesgo de las energías renovables, que están infravaloradas.
Firetrace estima que las primas de los seguros para proyectos de energías renovables, que ya habían aumentado a lo largo de 2021, finalizarán el ejercicio 2022 con un incremento del 15%. A pesar de estos crecimientos, el proveedor de tecnología de extinción de incendios considera que las aseguradoras siguen infravalorando los productos de energías renovables y se ven obligadas a subir las primas o a reducir la cobertura, sometiendo a los operadores a un mayor riesgo.
Las subidas de precios, detalla Firetrace, también son el resultado de los prolongados retrasos en la cadena de suministro, ya que siguen ejerciendo presión sobre el mercado de los seguros, lo que tiene un gran impacto en las reclamaciones de pérdidas de beneficio de las renovables.
El proveedor tecnológico reconoce que los operadores de energías renovables no pueden controlar las catástrofes naturales que se producen y tienen una capacidad limitada para mitigar los problemas de la cadena de suministro. Sin embargo, sí cree que pueden minimizar otros riesgos catastróficos controlables, como los incendios, reduciendo la cartera de riesgos de sus activos en general para reducir de esta manera las primas de sus seguros.
Firetrace pone un ejemplo concreto de lo que puede suponer este endurecimiento del mercado. Los daños de un aerogenerador pueden llegar a los 9 millones de dólares. En teoría, esto estará cubierto por el seguro. Pero, de confirmarse la tendencia, no estará cubierta la pérdida de ingresos como resultado del tiempo de inactividad de este aerogenerador. El tiempo medio de inactividad como consecuencia de un incendio en un aerogenerador es de entre 12 y 18 meses, y un aerogenerador típico genera hasta 2.000 dólares diarios de ingresos, lo que supone una pérdida potencial de hasta más de un millón de dólares por aerogenerador afectado. Por tanto, todo apunta a que los operadores se verán expuestos a unos costes altísimos.
Algo similar puede ocurrir en el sector solar, cuyos activos también se ven especialmente afectados por catástrofes naturales, pero en este caso Firetrace lamenta que no se dispone de cifras concretas por la falta de informes y de datos sobre incidentes de incendios en el sector solar.
"Todas las aseguradoras se están dando cuenta de que su cartera de riesgos en el ámbito de la energía solar, eólica y de las baterías ha sido subestimada y eso nos sitúa en un periodo de escalada de costes de las primas sin precedentes", ha afirmado Ross Paznokas, director de Desarrollo de Negocio Global y Energía Limpia de Firetrace.
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