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El 29% de las empresas creadas en 2019 ya no existe según el último estudio realizado por Iberinform sobre longevidad empresarial. Estas empresas se han tenido que enfrentar a una pandemia global, confinamientos que afectaron a la demanda de sus productos y servicios, cuellos de botella de la cadena de valor, fluctuaciones de precios de las materias primas y la energía, y un incremento significativo de la inflación y los costes financieros.

Con todo, según los expertos aunque el porcentaje parezca elevado se encuentra dentro de los márgenes habituales ya que en los 3 primeros años de vida de una empresa se multiplica el riesgo de mortalidad.

"En 2020 y 2021 sí observamos un deterioro generalizado de las tasas de supervivencia empresarial, pero 2023 está marcado por una recuperación de estos indicadores. Aunque las tasas de mortalidad empresarial puedan parecer altas, lo cierto es que hemos recuperado ya la normalidad prepandémica. Entre las empresas que están en su cuarto año, porque fueron fundadas en 2019, las tasas de cierre son muy similares a las que mostraba el tejido productivo en los años previos, lo que quiere decir que los estímulos fiscales y las moratorias concursales protegieron su supervivencia en un periodo excepcional", explica el director general de Iberinform, Ignacio Jiménez.

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