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12 de junio
15:50 2024
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Las crisis interconectadas apuntan a un futuro de nuevos riesgos y efectos en cascada

El mundo se enfrenta a múltiples crisis interconectadas que generan riesgos cada vez más complejos. Esta es una de las principales conclusiones que se extrae del 12º Informe SONAR sobre riesgos emergentes de Swiss Re, un estudio donde se pone el foco en temas críticos del futuro con el objetivo de intentar comprender mejor esos riesgos nuevos y cambiantes que están proliferando, así como sus interacciones y dependencias.

Uno de esos riesgos cambiantes son las catástrofes naturales ocasionadas por el cambio climático, que cada vez más frecuentes y graves. Las inundaciones, los incendios forestales y las tormentas pueden provocar daños materiales y pérdidas de vidas humanas, pero sus efectos en cascada plantean riesgos adicionales. Por ejemplo, los incendios forestales pueden afectar a la infraestructura hídrica contaminando las fuentes de agua o cortando el acceso a la misma. Y, asimismo, las inundaciones y las tormentas pueden dañar las redes de energía e interrumpir las redes de transporte, paralizando las líneas de producción por falta de energía, lo que conlleva pérdidas de tiempo de producción, deterioro de los materiales y retrasos en las entregas. Si las infraestructuras críticas y las cadenas de suministro se ven afectadas, la acumulación de daños puede ser considerable.

Otros de esos riesgos que preocupan son los que amenazan a las cadenas de suministro. Ahora, son muchos los riesgos existentes y que hacen que las principales rutas de suministro de todo el mundo sean cada vez menos seguras. Estos son algunos de esos riesgos: la mayor volatilidad del panorama geopolítico, la frecuencia cada vez mayor de fenómenos meteorológicos extremos, la incertidumbre económica y el aumento de los riesgos cibernéticos y tecnológicos. En el informe, se insta a que la resistencia de la cadena de suministro sea una de las prioridades de las empresas, dadas las perspectivas negativas que se auguran. Y los autores de dicho informe advierten: si los riesgos se acumulan o coinciden con una cadena de suministro ya estresada, las consecuencias económicas podrían ser importantes.

Y, como los riesgos están interconectados, el cambio climático y los problemas de la cadena de suministro también pueden afectan, y mucho, a las infraestructuras sanitarias, agravándose así la situación por la constante infrafinanciación de los sistemas sanitarios. Se explica en el informe que los servicios esenciales, como el suministro de agua, saneamiento y electricidad, pueden verse comprometidos en escenarios climáticos más extremos que provoquen un mayor riesgo de inundaciones frecuentes y otros fenómenos perturbadores. Y los autores del informe de Swiss Re alertan de que un debilitamiento de los servicios sanitarios acaba aumentando los riesgos para las sociedades, ya que una atención tardía o inadecuada puede contribuir a un incremento de la morbilidad y mortalidad. Y, por tanto, se especifica en el informe que esto también acaba repercutiendo en las economías por el aumento del absentismo laboral relacionado con la salud y la escasez de personal.

"Vivimos en un mundo caracterizado por crisis interconectadas, que a su vez pueden dar lugar a nuevos riesgos. Para las reaseguradoras, es clave anticiparse a las tendencias y comprender cómo los grandes problemas mundiales, como el cambio climático, la incertidumbre económica o la agitación geopolítica, podrían repercutir no solo en el sector, sino también en la sociedad en su conjunto", ha subrayado Patrick Raaflaub, director de Riesgos del Grupo Swiss Re.

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