Unespa: "Los sistemas de previsión social complementaria pasan por la negociación colectiva"
"La creación de sistemas de previsión social complementaria necesariamente pasa por la negociación colectiva". Son palabras de Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, en la jornada 'El futuro de las pensiones' en la que compartió la mesa de debate titulada '¿Salvar el sistema actual o valorar alternativas de previsión social?' con Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, y con Carlos Bravo, secretario confederal de Protección Social y Políticas Sociales de CCOO.
González de Frutos quiso comenzar su intervención en el debate matizando el propio título de la mesa. "No me gusta afrontar este tema ni con una disyuntiva ni con una copulativa", dijo, y se mostró más partidaria de abordar el tema de las pensiones en nuestro país con un gerundio: "desarrollando además sistemas de previsión complementaria". La presidenta de Unespa considera que ambos sistemas no son contrapuestos y no cree que sea correcto afrontar el debate "enfrentando un sistema público de reparto con un sistema privado de capitalización" porque "no es verdad que la existencia de un sistema privado afecte al nivel de suficiencia y estabilidad del sistema público".
Ángel Martínez-Aldama, por su parte, añadió, que el tema de las pensiones no debe ser "una cuestión mediática ni de triunfo político" y, comentando también el título de la mesa de debate, se inclinó por un "y" en el que los dos sistemas puedan convivir.
Carlos Bravo se alineó a las posturas de sus dos compañeros de mesa y ratificó que "necesitamos las 2 piezas", aunque añadió que "hay que fortalecer y preservar la primera y desarrollar la segunda", porque ambos sistemas "cumplen funciones complementarias, pero no idénticos". Recordó que el sistema público de pensiones contributivas da cobertura a todas aquellas personas que terminan su vida laboral con 15 o más años cotizados. También recordó que hay muchas personas en nuestro país, fundamentalmente mujeres, que cotizan unos años, pero quedan fuera del sistema. Para cubrir esa necesidad, desde el año 1990 se crearon las pensiones no contributivas, siendo éste -pensiones contributivas y no contributivas- el sistema público de pensiones de nuestro país. Reflexionó sobre el precio de construir este sistema. "Construir esa red supone un esfuerzo económico de 150.000 millones de euros anuales para atender a unos 10 millones de pensionistas". Con estos datos, Bravo señaló que "cualquier debate sobre la sustitución o la búsqueda de una alternativa a eso es inviable".
Sin embargo, reconoció que el sistema público de pensiones no genera una cobertura suficiente para todas las personas y "sin duda sería buena la existencia de sistemas complementarios de pensiones".
La CEOE es la primera resistencia a los Planes de Empresa
Robert Roig, director de Empresas e Instituciones de Vidacaixa, como moderador del debate planteó qué se puede hacer, cómo país, para situar de forma adecuada la previsión social complementaria.
La propuesta de Inverco es la de un sistema con dos patas, una de reparto y otra de capitalización, donde la capitalización sea semiobligatoria a través de la empresa, es decir, que las empresas estén obligadas a establecer un sistema de pensiones y el trabajador tenga la opción de salirse de ese sistema si así lo desea. "Un modelo muy exitoso en el Reino Unido que se implantará en 2020 en Irlanda".
Para Carlos Bravo la pensión complementaria necesita básicamente financiación que sale, en los planes individuales, de la capacidad de renuncia individual de las personas de una parte de renta actual para guardarla para una renta futura, algo que no todo el mundo puede hacer. En ese sentido, los Planes de Empresa en el marco de la negociación colectiva sí pueden ser una solución en la que parte de la financiación venga de la empresa y parte del trabajador. El representante de CCOO criticó que la primera resistencia que se han encontrado para implantar Planes de Empleo ha venido de las propias organizaciones empresariales como la CEOE.
Sobre el modelo británico, Bravo explicó que en nuestro país se han dado tímidos pasos en ese camino. Y ya desde 2002 en los convenios de algunas empresas se metió a todos los trabajadores en los Planes de Pensiones y era el que quería renunciar el que debía dar su consentimiento, no a la inversa. "Lo hicimos y no tuvimos ningún reparo en hacerlo".
Los políticos contaminan el debate de las pensiones
Carlos Bravo fue especialmente duro con los políticos en su intervención. "El problema ahora es que hay que arreglar las cosas lo más rápidamente posible. Hay que financiar la Seguridad Social, hay que garantizar la red que nos cubre a todos, y eso pasa por recuperar los marcos de acuerdo, el Pacto de Toledo y el diálogo social. También creo que hay que revertir la reforma de 2013 y sustituirla por otras medidas. Hay que reforzar la estructura de ingresos del sistema y hay que establecer cómo impulsamos de la manera más potente la previsión social complementaria", dijo.
"La primera parte tiene que ver con capacidad de financiación, de recuperar consensos y mirar a largo plazo. Y la segunda tiene que ver con capacidad de ofrecer esfuerzo de financiación por parte de empresarios y trabajadores y esto hay que hacerlo dentro de la negociación colectiva", añadió.
El problema surge cuando los políticos se entrometen en estas cuestiones pasando por encima de la negociación entre sindicatos y empresas. "Una parte del espectro político irrumpe con un discurso que dice que la previsión social complementaria es un enemigo de la Seguridad Social. De otra parte, se dice que la Seguridad Social es insostenible, está quebrada, y que la solución son los Planes de Pensiones". "Esas dos posiciones hacen mucho daño".