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El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha facilitado las cifras de siniestralidad de 2023. Aunque se mantiene cierta estabilidad en el número de fallecidos a pesar del aumento de los desplazamientos de largo recorrido (2%), el parque de vehículos (1,7%) y el censo de conductores (0,4), los 1.145 fallecidos son "una cifra inaceptable", tres menos que en 2022.

La salida de la vía sigue siendo el tipo de siniestro que más fallecidos registra con 486 personas, el 42% del total de víctimas mortales. Se reduce un 9% los fallecidos en colisiones frontales: 225 en 2023 frente a los 246 del año anterior.

Disminuyen los peatones muertos por atropello (118 en 2023 frente a los 127 en el año anterior) y casi la mitad de ellos fallecieron en siniestros que tuvieron lugar en autopistas y autovías (56).

En su comparecencia, Grande-Marlaska ha reiterado un "llamamiento a la responsabilidad de los conductores, porque evitar las distracciones, respetar las normas de circulación y usar los sistemas de seguridad son tres simples elementos que pueden rebajar sobremanera estas dramáticas cifras y las tragedias humanas que hay tras ellas", ha dicho.

Una de los pocos datos alentadores ha sido que durante el año ha habido 25 días con 0 fallecidos, cuatro días más que en el año anterior.

De los resultados, también se deduce que de nuevo las vías convencionales son las que acumulan mayor siniestralidad. De las 1.145 personas fallecidas, 849 (74%) fallecieron en siniestros que tuvieron lugar en vías convencionales, 21 persona más que en 2022. En cambio, en vías de alta capacidad los fallecidos han disminuido respecto al año anterior. Concretamente en 2023 murieron 296 personas, 24 menos que en 2022.

Estos datos confirman que se mantiene estable la relación de que 3 de cada 4 fallecidos se producen en siniestros que tienen lugar en vías convencionales.

Por tipo de usuario, aumenta en un 9% los usuarios vulnerables fallecidos, situándose en 463 fallecidos, 38 más que en 2022. En el caso de los motoristas la situación es muy preocupante cuya mortalidad ha aumentado un 19% respecto a 2022.

Por características de la persona víctima, la franja de edad que más aumenta su mortalidad es la de 45 a 54 años con 228 personas fallecidas, el 20% del total y con cifras un 11% superiores a las de 2022. Aumenta también la mortalidad infantil ya que el año 2023 registra un total de 22 fallecidos entre 0 y 14 años, la segunda cifra más alta de los últimos 10 años solamente por detrás del año 2014.

Por su parte, el grupo de 65 y más años concentra el 18% de las personas fallecidas (206), con un descenso del 10% (-24) respecto al 2022.

Por sexos, los hombres concentran el 79% de las víctimas mortales (905) frente al caso de las mujeres (236) que concentran el 21% restante. Estas cifras son un 1% inferiores a las de 2022 en el caso de los hombres, pero se mantienen sin variaciones en el caso de las mujeres.

Foco en la mortalidad de los motoristas

Desde el ministerio se ha querido poner el foco sobre todo en los motoristas, el colectivo que más incrementa su mortalidad con 299 fallecidos, 45 más que en 2022.

Para tratar de atajar la situación, el Ministerio pondrá en marcha nuevas medidas durante 2024 como la actualización del contenido de los cursos de recuperación de puntos para incorporar un perfil específico para los motoristas que han perdido su saldo de puntos y para los que se programarán cursos de conducción segura y eficiente; el establecimiento de un curso obligatorio para los conductores del permiso B con tres años de antigüedad que quieran conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos y el uso obligatorio del casco integral o modular y los guantes homologados a los motoristas en carretera.

El Ministro del Interior ha concluido con el compromiso de que "todos los que formamos parte del Ministerio del Interior, de seguir trabajando de forma constante en estas y otras medidas para mejorar la coordinación entre administraciones, aumentar la colaboración público-privada, reclamar una mayor auto responsabilidad de conductores y usuarios de nuestras carreteras y, por supuesto, vamos a seguir poniendo el máximo esfuerzo de todos quienes formamos parte del Ministerio del Interior para lograr reducir las cifras de mortalidad vial".

Cifras inasumibles

La Fundación RACE ha valorado estas cifras que ha calificado como "inasumibles". Desde la Fundación reiteran que "resulta imprescindible adoptar una estrategia consensuada entre las organizaciones, asociaciones y administraciones que conforman el ecosistema de la movilidad y la seguridad vial para reducir estas cifras".  También señalan que "la falta de mantenimiento y la escasa inversión en este tipo de infraestructuras no ayuda a la reducción de estas cifras. Pero, además, el incremento de impuestos por el uso de las autopistas de peaje (que ha comenzado a aplicarse el 1 de enero) supone una nueva carga para el bolsillo de los conductores y, además, comporta un incremento del riesgo vial al obligar a muchos usuarios a buscar vías alternativas más peligrosas como las que conforman la red secundaria".  

En definitiva, reclaman de nuevo "acciones efectivas de formación, información y concienciación para los automovilistas, motoristas y usuarios de la vía sobre las consecuencias de la no utilización de los elementos de seguridad, y del incumplimiento de las normas de movilidad y seguridad vial".  A juicio de la Fundación RACE, incrementar la inversión en vías convencionales, potenciar el uso de las autovías y autopistas, apostar por la formación y concienciación de los automovilistas, e incentivar la modernización del parque automovilístico, cuya media de edad ha aumentado hasta los 14 años, siguen siendo los cuatro pilares fundamentales para reducir la siniestralidad vial en nuestras carreteras.

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