Grupo Aseguranza

La Cátedra Fundación Inade – UDC en A Coruña presentaron el libro 'Los riesgos generados por la Inteligencia Artificial y los posibles mecanismos para su mutualización'. Tras la presentación de la obra, diferentes especialistas en la materia compartiesen su visión sobre los inminentes peligros de esta nueva tecnología.

Gabriel Macanás, doctor y profesor de Derecho Civil de la Universidad de Murcia y autor del libro, se mostró convencido de que las IAs van a causar daños. Además, piensa que es imposible saber, incluso imaginar, qué daños van a acabar causando, o cuándo. Pero estos daños deben ser reparados por alguien…

Esta fue la pregunta central del debate, ¿Quién va a reparar estos daños?, a la que Ignasi Belda, director de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial; Amparo Alonso, catedrática de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UDC; Alberto José Bugarín, catedrático y director del Grupo de Sistemas Inteligentes de CiTIUS; Adrián Feliú González, responsable de consultoría en ciberriesgos en Howden; y Jesús Almarcha Jaime, abogado de seguros y reaseguros de Pérez-Llorca Abogados trataron de dar respuesta.

En primer lugar, los ponentes dejaron claro que la Inteligencia Artificial está aquí para mejorar nuestras vidas, igual que lo hicieron en su día la electricidad o internet. Los riesgos que puedan derivar de su uso no pueden frenar su avance, y tampoco la regulación. Pero, a la pregunta de quién reparará los daños que puedan causar y cómo valorar el coste de unos daños que jamás se han producido, la falta de datos estadísticos y la naturaleza cambiante de estas tecnologías suponen un desafío para la industria aseguradora, pero también una oportunidad. "Aquellas empresas que sean pioneras en ofrecer este tipo de coberturas y lo hagan de manera adecuada se convertirán en referentes", afirmó Macanás.

También se debatieron otras posibilidades de reparación de daños, como por ejemplo, otorgar personalidad jurídica a las IAs, aunque no para darles derechos, sino para que puedan pagar indemnizaciones. Este enfoque plantea ciertos problemas: si el "robot" es el responsable de los pagos, necesitará recursos financieros, lo que añade complejidad y no garantiza eficacia.

Si quiere recibir diariamente y GRATIS noticias como esta, pinche aquí.