A.M.A debate sobre la IA y la Responsabilidad Civil
A.M.A. ha reunido a expertos de primer nivel para debatir sobre 'Inteligencia Artificial y Responsabilidad Civil' en una mesa de trabajo organizada el marco del XXX Congreso de Derecho Sanitario.
La jornada a la que acudieron más 400 personas, ha sido dirigida y moderada por Raquel Murillo, directora general y responsable del ramo de Responsabilidad Civil Profesional de la mutua, contó con la presidenta de la mutua, Ana Pastor.
Raquel Murillo destacó la revolución que determinadas herramientas de la inteligencia artificial están suponiendo ya en el ámbito sanitario, favoreciendo, según explicó, "la posibilidad de desarrollar una medicina personalizada, preventiva y de precisión". Pero, junto a las ventajas, el uso de estas nuevas tecnologías y la inteligencia artificial "nos colocan ante nuevos riesgos, muchos de ellos hasta ahora desconocidos, que están generando cierto desasosiego y que requieren de una respuesta ética y jurídica adecuada y precisa".
Responsabilidad Civil ante un error de diagnóstico
Una de las cuestiones que genera múltiples interrogantes es la responsabilidad civil profesional en el caso de que se produzca un error diagnóstico o terapéutico. "Recientemente se ha aprobado el Reglamento de la Unión Europea 2924/1689, pero queda mucho camino por recorrer", afirmó.
Benjamín Herreros Ruiz-Valdepeñas habló sobre los problemas éticos y legales de la inteligencia artificial en la práctica clínica. Destacó que una de las grandes ventajas de la IA en la medicina es su capacidad rápida de análisis de datos para generar conclusiones, lo que tiene consecuencias positivas en la sanidad. Asimismo, subrayó que no tiene sesgos ni errores cognitivos como el cansancio.
Ignacio Hernández Medrano, especialista en Neurología y cofundador de los sistemas Savana y Medelian, se ha referido a la Inteligencia Artificial en Neurología, y manifestó que "la IA puede ver cosas para lo que no está diseñada. Así, hoy, con la IA podemos ver un cáncer de páncreas que se desarrollará dentro de siete años, o con 10 segundos de grabación de voz se puede saber el riesgo cardíaco de un paciente". "En un entorno donde las máquinas tienen respuesta, lo pertinente siempre es hacer la buena pregunta. Aunque la IA generativa brilla mucho, no genera conocimiento nuevo, solo mejora el conocimiento que ya existe. La IA generativa no es validable científicamente, hay que utilizarla junto a la IA discriminativa", concluyó el Premio de Girona.
Sobre la responsabilidad y aseguramiento de la responsabilidad civil en materia de Inteligencia Artificial, Joaquín Ruiz Echauri, socio responsble del Área de Seguros y Reaseguros de Pérez-Llorca Abogados, apuntó que "las profesiones sanitarias se acojan a los estándares establecidos para podernos proteger". En este sentido, hizo hincapié en que "hoy por hoy tenemos una propuesta directiva sobre IA y tardará de tres a cinco años. Se trata de una norma que quiere solucionar el problema del principio jurídico de la carga de la prueba".
Por último, César Tolosa, magistrado del Tribunal Constitucional, se centró en la protección de los derechos fundamentales en la aplicación de la inteligencia artificial en el ámbito sanitario y explicó que el ordenamiento español se enfrenta a los siguientes problemas relacionados con la IA: el primero, la reforma de la figura del consentimiento informático, y el segundo, la figura de la responsabilidad. "Sobre la reforma de la figura del consentimiento informático hay que tener en cuenta que el paciente debe conocer qué sistemas algorítmicos se le va a aplicar. En cuanto al problema de la responsabilidad, se plantean varios escenarios. Uno, que la IA es perfecta y que el médico la pueda utilizar mal. Otro, que el error pueda ser de la IA por ofrecer datos equivocados. Por último, desconocer de quién es la responsabilidad, para la cual tendremos que acudir a la responsabilidad concurrente", afirmó.