10 de mayo
08:39
2018
El impacto del coche del futuro: la aseguradora como influencer del riesgo
El coche del futuro está aquí, y el impacto en el seguro de Autos se puede ya analizar y prever. Esto es lo que ha hecho ICEA y Altran en el informe 'El impacto del coche del futuro en el ramo de Automóviles'. Algunas cifras dan una idea de lo que se avecina. Por ejemplo, el coche conectado traerá consigo una reducción de entre el 5% y el 15% de los costes de gestión de siniestros debido a una mejor respuesta ante accidentes (llamada automática o caja negra virtual de accidentes). O, en el caso del coche autónomo, la reducción del número de siniestros podría llegar hasta un 95% en el nivel más maduro (total autonomía) debido a la eliminación de factores humanos, lo que provocará una reducción considerable de la prima.
Son solo ejemplos. Los cambios son más profundos, y las nuevas tendencias no solo se limitan al ámbito tecnológico, sino también al mercado, la regulación, la economía, la sociedad y la cultura.
En el mercado, el aterrizaje de nuevos operadores ya es una realidad. Según explica Víctor Pizarro, Financial Services Manager-Business Consulting de Altran, la cadena de valor del sector asegurador está sufriendo un proceso de fragmentación apoyada por las disrupciones tecnológicas que han reducido, cuando no eliminado, las tradicionales barreras a la entrada en el sector asegurador.
La fractura de la cadena de valor
facilita la entrada en el sector asegurador
de insurtech, OEM, tecnológicas, telecos…
¿Y qué piensan las aseguradoras tradicionales de todo esto? El informe ha contado para su elaboración con la participación de expertos del sector asegurador. Una de las conclusiones es que la mayoría ve el coche del futuro como una oportunidad para modificar la tradicional forma de operar y orientarse más al cliente.
Sergio Gómez, director adjunto de Innovación Corporativa de Mapfre, considera que la transformación del ecosistema del automóvil "nos va a llevar a un cambio de modelo de negocio. No tenemos que estar preocupados por ello. Entendemos que jugamos un papel muy importante. Consideramos que las nuevas formas de movilidad nos van a ayudar a ofrecer nuevos servicios y productos. También nos va a ayudar la telemática".
Además de las posibilidades de crear nuevos modelos de negocios entorno al car sharing, microseguros o UBI, Sergio Gómez recuerda que surgirán nuevos riesgos y necesidades: los coches van a poder ser hackeados; se producirán cambios en la RC; surgirán nuevos servicios porque el coche va a estar conectado. Y todo ello sin olvidar que ya existen modelos de coche en pruebas que van a estar en el mercado en 2030, y que habrá que asegurar.
Como punto negativo, según se destaca en el informe, está la falta de agilidad que puedan tener las compañías para asumir esta
transformación. Uno de los aspectos fundamentales en el que centrarse en los próximos años es en la excelente gestión de los datos de los asegurados. Esta es la clave, según las compañías: "El coche del futuro y las nuevas tecnologías generarán una gran cantidad de datos, y éstos, serán el aspecto fundamental para la personalización de productos y adaptación a las necesidades del cliente".
Uno de los aspectos en los que centrarse
en los próximos años es en la excelente
gestión de los datos de los asegurados
Además, Víctor Pizarro advierte de que la existencia de periodos donde coexistan vehículos tradicionales y autónomos podría implicar, por un lado, un aumento de los siniestros de los tradicionales y, por otro, una migración a primas mucho más reducidas en el caso de los autónomos, lo que podría provocar una erosión del ratio combinado del sector.
Por el lado de los asegurados, está claro. Demandan inmediatez, facilidad de uso, personalización… Pero, en general, a las aseguradoras les falta un canal fluido con sus clientes. El Financial Services Manager-Business Consulting de Altran explica que tradicionalmente la relación de la aseguradora con el cliente es lineal: "Hay una clasificación del riesgo, se pone precio y se cubre el riesgo. Los momentos de contacto se limitan al momento de la emisión de la póliza y del siniestro. Este modelo necesita un cambio".
La propuesta es implantar un modelo circular que incluyan: el uso de nuevas variables para la valoración de riesgos a partir de modelos analíticos que permitan un mejor conocimiento del cliente y, por tanto, una mayor capacidad de adaptación a sus necesidades; la obtención de datos del cliente en tiempo real que permita ofrecer precios personalizados; una relación más fluida y continua con el asegurado empleando nuevos canales; y asumir el papel de influencers o asesores del riesgo, sugiriendo nuevos hábitos de consumo que puedan redundar en una mejora de las primas como, por ejemplo, recomendaciones para mejorar la conducción en diferentes situaciones metereológicas. Además, este nuevo rol redundaría de forma indirecta en una reducción de la exposición al riesgo de la propia aseguradora.