Grupo Aseguranza

Agroseguro ha iniciado ya el pago de indemnizaciones por los siniestros registrados en las producciones de frutos secos, principalmente almendro. En concreto, en lo que va de septiembre ha abonado 25,1 millones de euros a los productores asegurados.

En la última cosecha, la estimación de daños supera los 45 millones de euros, un 137% más que en 2021 y casi 8 veces más que en 2020. La superficie siniestrada alcanza las 55.000 hectáreas, lo que supone que el 73% de la superficie asegurada ha sufrido siniestros a lo largo de la última campaña.

De los 25,1 millones abonados, 17,1 millones corresponden a agricultores de Castilla-La Mancha, la región con siniestros más generalizados y cuya estimación provisional de indemnizaciones supera los 28 millones de euros, el 99% a causa del riesgo de helada. Especialmente dañina resultó la extrema y continuada bajada de temperaturas registrada durante la primera semana de abril, que coincidió con un estado muy sensible del almendro, con sus frutos recién cuajados y formados principalmente por agua.

Además, Agroseguro también ha comenzado ya el pago de indemnizaciones a asegurados de Cataluña (2,2 millones de euros ya abonados), Aragón, Comunidad Valenciana, Andalucía, Murcia, Navarra, La Rioja, Extremadura, Castilla y León, Islas Baleares y Comunidad de Madrid. Los pagos se completarán en las próximas semanas.

Siniestralidad preocupante

Desde Agroseguro resaltan que las cifras de siniestralidad de la campaña 2022 de frutos secos son preocupantes. Si bien, hay que tener en cuenta el crecimiento constante del cultivo del almendro en el campo español y el aumento significativo de la producción asegurada, que ha crecido un 182% en los últimos 5 años (hasta superar las 101.000 toneladas). También ha crecido un 164% el capital asegurado, situándose por encima de los 145 millones de euros. En estas cifras no se incluyen las parcelas aseguradas de plantones (futuras producciones de almendro, actualmente en fase de crecimiento).  

Analizado este contexto, Agroseguro expone que las indemnizaciones muestran un crecimiento exponencial en los últimos 5 años, pasando de los 2,9 millones abonados en la cosecha 2017-2018 a los 45 millones estimados en la actual cosecha 2021-2022. Supone un incremento del 1.500%, lo que evidencia los severos efectos del cambio climático.

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