La Directiva de Género provocará una carrera por los mejores clientes
La entrada en vigor el 21 de diciembre de la Directiva de Género que impide que las aseguradoras utilicen la variable de sexo como herramienta para valorar los riesgos y determinar los precios va a cambiar de forma radical la forma de tarificar los seguros de las compañías. La transformación afectará a la política de precios en todos los ramos ya que hasta ahora esta factor era usado en todos ellos en más del 50%, excepto en Hogar, menos del 10%. Ante esta situación, Montserrat Álvarez, actuaria de Mapfre Familiar, explica que las compañías deberán utilizar otras variables que ayuden a explicar el factor de riesgo sexo y recalibrarlas.
Pero hay que tener en cuenta, según recalcó en las jornadas organizadas por Fundación Mapfre y Seaida sobre ‘Discriminación en el seguro. Estado actual’, que esas variables tienen que serlo por derecho propio y no crear discriminación indirecta. Por ejemplo, según aseguró, alguna compañía se ha planteado medir el tamaño del pie. Una idea original, pero que no es aceptable porque genera esa discriminación indirecta. Sí que se pueden utilizar otros factores relacionados con el riesgo como la antigüedad del carné o la potencia del coche en el seguro de Autos, o la edad. Estos parámetros ya se estaban usando, “pero hay que recalibrarlos para que tomen más protagonismo”.
No obstante, ninguno de ellos explica igual de bien que el sexo el riesgo. Ante esta situación, las entidades tenderán a buscar los mejores clientes, los de riesgos más bajos, para mantener un mejor mix de cartera y poder disfrutar de un mejor precio. Esto ya está ocurriendo. La nueva Directiva no impide utilizar en marketing y publicidad esta diferenciación, y las entidades ya han comenzado a realizar campañas para atraer a asegurados de un determinado perfil. Por ejemplo, algunas entidades ofrecen seguros para mujeres con coberturas como el robo del bolso en el coche; un tipo de pólizas que, eso sí, no puede prohibir la entrada a ningún asegurado.
Representantes del sector asegurador también pronostican estrategias para, por ejemplo, “captar mujeres jóvenes en Autos y hombre en Salud”, por lo que se producirá una segmentación por edades o colectivos. Incluso creen que llegarán a aparecer productos que discriminarán por garantías, por ejemplo, dejando fuera ginecología en Salud, o en Autos incluyendo garantías de otros ramos que sean para mujeres.
En cualquier caso, todavía no se conoce cómo se adaptará el sector a la nueva Directiva ni la actitud de los asegurados. Sí que está claro, en cambio, que la transformación, según señaló Montserrat Álvarez, traerá problemas operativos y de gestión a las compañías al ser sólo obligatoria la prohibición de tener en cuenta el sexo a la hora de tarificar sólo para la nueva producción. Además, generará volatilidad en los resultados, por lo que aumentarán los riesgos de suscripción, y traerá consigo mayores requerimientos de capital.