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02 de abril
08:35 2024
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Condenado un cirujano a indemnizar a una menor que perdió la movilidad en las piernas

Un juzgado de A Coruña ha condenado a un cirujano a pagar una indemnización de 1.729.229 euros a una paciente que, en 2019, cuando tenía 13 años, perdió la movilidad en las piernas tras someterse a una operación de columna en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Según la información del CGPJ, la indemnización será abonada, de forma directa, por las aseguradoras y, subsidiariamente, por el Servizo Galego de Saúde (Sergas).

En la sentencia se recoge que el traumatólogo que realizó la intervención, "justificada porque padecía escoliosis con doble curvatura, incurrió en un delito de lesiones cometidas por imprudencia menos grave, por el que le ha impuesto el pago de una multa de 5.400 euros, pues considera probado que colocó un elevado número de tornillos de manera incorrecta en los pedículos vertebrales". El magistrado señala que la paciente "padece otras graves secuelas irreversibles, comprometiendo seriamente su calidad de vida y la de sus seres queridos, con una gran afectación personal, familiar y laboral, además de económica".

Además, el titular del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña indica que, en la intervención, durante la que el cirujano debía "estabilizar casi toda la columna para corregir la deformidad con implantes y barras de titanio", se produjo una caída consecutiva de los potenciales de la monitorización neurofisiológica, hasta en cuatro ocasiones en menos de una hora. Y que "varios de los tornillos insertados en los pedículos vertebrales estaban mal posicionados, así como que algunos de ellos eran intrarraquídeos, tal y como reveló un TAC postoperatorio". Añade que, en este caso, "junto a la importante patología derivada de la doble curvatura a corregir, resulta que los pedículos vertebrales eran anormalmente estrechos en relación con la media de la población, problema no salvable con el empleo de tornillos más pequeños, pues resultó que los empleados ya eran los más pequeños que se usan".

Aunque en la sentencia se descarta que el acusado se comportase de manera gravemente negligente, se concluye que sí actuó "con imprudencia simple en cuanto a la técnica de instrumentación, por haber colocado un elevado número de tornillos de manera incorrecta en los pedículos vertebrales".

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