Grupo Aseguranza

El coste de asegurar una micropyme española tipo es de 4.726 euros, según un reciente análisis realizado por la revista Aseguranza y la correduría Ponce & Mugar, publicado en su número de marzo.

Partiendo del ejemplo de una empresa de entre 8 y 10 empleados, con local alquilado, con un vehículo, dedicada a la construcción y con una facturación de 350.000 euros anuales, lo primero que hay que saber es que la legislación no  obliga por el mero hecho de constituirse como empresa a tener ningún seguro obligatorio.

Eso sí, para "vivir con tranquilidad" y no poner en riesgo el negocio, se aconseja contar con un seguro Multirriesgo; el seguro de Convenio obligatorio si la actividad que desarrolla lo exige; seguro de RC que incluya la RC de Explotación que cubre los daños ocasionados a terceros durante el desarrollo del trabajo; la RC Patronal que protege ante un accidente que pueda sufrir un trabajador y que derive en un juicio; la RC Cruzada, que es similar a la anterior pero para casos de subcontratas; la RC Post-trabajo, que cubre durante 6, 12 ó 24 meses cualquier accidente una vez que la empresa constructora ya ha salido de la obra; y algunas otras como la RC de Técnicos en Plantilla, que es necesaria contratar para trabajar con la administración pública; y un Todo Riesgo para el vehículo de empresa.

El seguro debe crecer con la empresa

Carmelo Vega (Ponce & Mugar) subraya en declaraciones a la revista Aseguranza que la labor de la mediación es "acompañar en todo momento a la pyme". Desde que se constituye como autónomo o sociedad el corredor tiene que trabajar mano a mano con la empresa, vivir con ella su crecimiento y evolución, "pero sin agobiar". Cuando nace una empresa no se puede pretender que contrate todo tipo de seguros, "no somos vendedores de seguros, somos gestores de riesgos". Insiste en la importancia de conocer el negocio, mantener un contacto fluido con el empresario y ofrecerle el "producto adecuado en el momento que lo necesita".

Así, según evoluciona una pyme es el momento de proteger al directivo de cara a su jubilación, invalidez o fallecimiento. A los empleados con un seguro de Salud, y a la empresa ante nuevos riesgos como los ataques cibernéticos, principal objetivo de los ciberdelincuentes.

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