Swiss Re constata en su último estudio sigma que uno de los mayores desafíos del futuro será el cuidado de una población cada vez más envejecida, para cuyos riesgos y costes los ciudadanos no están concienciados. Se refiere a cuidados más allá de los prestado de manera informal por miembros de la familia y financiados principalmente mediante pagos directos.
En su estudio Swiss re reitera la necesidad de enfoque integrado y multilateral, incluyendo el seguro privado, para ofrecer el proceso completo de los cuidados. Considera que las aseguradoras “solo han desempeñado un pequeño papel en la financiación de los cuidados a largo plazo, con diferentes factores en el lado de la demanda y la oferta que han dificultado el desarrollo de un sector de seguro privado a gran escala”. En ese sentido, cree que hay margen para que el mercado crezca, ofreciendo más soluciones de tipo híbrido que combinen seguro de dependencia con productos de vida, jubilación/pensión y enfermedad grave.
Y apunta que las aseguradoras pueden desarrollar nuevos productos que se adapten mejor a las necesidades del cliente, como rentas vitalicias para necesidades inmediatas y productos de cuidados a corto plazo. Es más, valora que las aseguradoras pueden incluso convertirse en inversoras en infraestructuras y servicios de cuidados, “y los empresarios pueden hacer más por aumentar la concienciación sobre los riesgos de los cuidados a largo plazo. También es necesario que haya mayor coordinación entre los diferentes agentes implicados en la prestación de cuidados y más promoción de iniciativas de envejecimiento saludable”.