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30 de enero
08:43 2015
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Fundación Mapfre analiza el componente transfronterizo en el seguro

Fundación Mapfre presentó ayer el libroEl componente transfronterizo de las relaciones aseguradoras’, escrito por Lázaro Cuesta, inspector de seguros del Estado y experto nacional destacado en la Eiopa. Cuesta explicó que el propósito de la obra es analizar los elementos que surgen cuando en la relación aseguradora los elementos no se encuentran todos en el mismo estado. Entre otras cosas, se abordan los criterios de localización del riesgo, la legislación que se aplica al contrato del seguro, los mecanismos de protección al asegurado y los sistemas de reclamaciones o el papel de los supervisores y los mecanismos de coordinación entre ellos.

El libro, nº 200 de la colección ‘Cuadernos de La Fundación’, pone de manifiesto que el desarrollo de este tipo de relaciones aseguradoras se ha visto favorecido en Europa a lo largo de las últimas décadas. A ello ha contribuido la puesta en marcha del llamado ‘pasaporte comunitario’, que permite que una entidad que tenga autorización para ejercer su actividad en su país pueda operar también en cualquier otro Estado.

En España, según los datos que destacó Álvaro Cuesta, el volumen de primas que mueven las aseguradoras extranjeras es de más de 3.500 millones de euros anuales, mientras que las de España en el extranjero superan los 1.700 millones. Estas cifras responden básicamente al negocio transfronterizo intracomunitario ya que en terceros países normalmente se tiene presencia a través de filiales: hay 70 sucursales en España procedentes del Espacio Económico Europeo (EEE); más de 600 en régimen de libre prestación de servicios (LPS), muchas de ellas sin negocio efectivo. En el sentido inverso, hay 30 compañías españolas con sucursales en el EEE y 60 entidades habilitadas para operar en LPS.

La obra, y a su autor, fue presentada por Juan Sanz, director del Servicio Jurídico de Mapfre Re y tutor del trabajo. Durante el acto Juan Sanz resaltó que el libro es interesante no sólo para las entidades que han emprendido el proceso de internacionalización, sino también para las más locales porque se verán afectadas por componentes transfronterizos a través de los intereses internacionales de sus propios clientes, y para los consumidores, que tienen más oferta para el aseguramiento de sus riesgos.