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En el último ejercicio el plazo medio de pago en el tejido empresarial español fue de 94 días, muy lejos del horizonte de los 60 días que trata de impulsar la legislación española y europea. El estudio presentado por Iberinform y Crédito y Caución, en el marco del Observatorio de Riesgo de Crédito que impulsan con el IE Business School, señala que desde que se intentan reducir los plazos de pago en España, han oscilado entre los 89 días de 2011 y los 95 de 2013.

El estudio confirma que “los 90 días constituyen una barrera para la evolución de los plazos de pago en España. En el marco de una legislación cada vez más exigente orientada a su reducción, esta evolución constituye una respuesta del tejido productivo a la necesidad de financiar su actividad empresarial a través del crédito comercial”.

Destacan que por primera vez desde que comenzó a elaborar este estudio, el Observatorio ha estimado el impacto financiero que están trasladándose las empresas entre sí al trabajar por encima de los 60 días: 1.460 millones de euros de sobrecostes por cada punto porcentual en la tasa de acceso a la financiación. El 56% de estos costes son generados por la gran empresa y el 44% por las pymes.